Kymco Agility 300 Test Ride

Dentro del universo “scooter” existe un sub-mundo destinado a los comúnmente llamados de “rueda alta”, denominados así por el rodado grande de su rueda delantera. Si bien son populares, tampoco es que haya muchas opciones de estos, por lo cual este Kymco Agility 300 resulta muy interesante para aquellos que vienen de un 150 de estas características y quieren dar un salto en prestaciones, comodidad, equipamiento, capacidad y demás.

Recordemos que Kymco es una marca especialista en scooters, con la gama más completa de este tipo de vehículos en nuestro mercado. Si ponemos el foco específicamente en los de rueda alta, la marca taiwanesa cuenta en sus filas con el Agility 200 y el New People 150 para luego saltar a este 300.

Kymco Agility 300: motor y rendimiento

Sin ser uno de los más modernos ni potentes de su segmento, el motor de este Kymco es conocido por su fiabilidad y robustez, así como lo fue el del Downtown 300. Se trata de un bloque monocilíndrico de 276 cc, OHC de 2 válvulas, inyección electrónica y refrigeración líquida, lógicamente asociado a una transmisión automática CVT.
Según ficha técnica, eroga unos 23 caballos a 8.000 rpm y un par máximo de 22,5 Nm a 6.500 rpm. En la práctica, da la sensación de tener algún caballito más de los declarados.

Quizás donde más se note que no es un propulsor de lo más moderno de la marca sea en la rumorosidad y en algunas vibraciones a alto régimen, pero tampoco es nada grave o molesto.

Acelera con ganas y siempre da la sensación de que no le falta potencia. Según marcador, consigue una velocidad máxima de 140 km/h, siendo los 110 donde se siente cómodo crucereando.

Parte de ciclo

Según tengo entendido, debajo de este carenado se esconde un chasis de acero de estructura central heredado del Downtown. Se asocia a una horquilla hidráulica convencional de 37 mm y 110 mm de recorrido delante, y a un juego de amortiguadores con precarga regulable en 5 posiciones y 100 mm de recorrido. La configuración de suspensiones responde a un producto destinado a ciudades con una red vial en mejores condiciones que la nuestra, donde pozos y otros obstáculos urbanos no son un problema a tener en cuenta.

Tanto la horquilla como el juego de amortiguadores traseros ofrecen un desempeño dinámico muy estable y seguro a velocidades de autopista y confortable dentro de la ciudad siempre y cuando el asfalto esté parejo. Resulta una buena idea, según el peso del piloto, jugar con la precarga de los resortes traseros y así obtener un comportamiento más confortable.

Los 177 kg en seco están dentro de la media del segmento, pero quizás puedan parecer mucho para quienes vengan de scooter de menor cilindrada. La verdad es que este peso le confiere un aplomo total en vías rápidas, mientras que en el tránsito urbano lógicamente no se mueve como un 150, pero una vez acostumbrados al porte, podemos ser muy ágiles.

El rodado delantero de 16”, creo yo, es la principal razón por la cual será elegido este scooter, siendo ese su diferencial dentro de la oferta disponible. Ambos ejes con una pisada interesante, un 110/70 delante y un 140/70 en rodado 14” detrás. Los neumáticos montados en unas bonitas llantas de aleación liviana son los chinos de marca CST. No están mal, para nada, pero algo de otra jerarquía coronaría esta parte ciclo muy probada y eficiente.
Los maxiscooter de Kymco siempre me gustan cómo frenan, y este Agility no es la excepción. Dan mucha sensación de poder y seguridad, con disco y pinzas de doble pistón en ambas ruedas, siempre bajo el control de un ABS de doble canal.

Confort para el uso urbano

Hablemos un poquito de comodidad y accesibilidad. En este punto, creo que el Agility 300 es muy apto para casi cualquier talla de piloto. Los más bajos no se asustarán con los 810 mm de altura de asiento, mientras que los más altos gozarán de un espacio para las piernas realmente muy generoso. Es más, gracias a unas pisaderas bajas, no sufrirán teniendo las rodillas cerquita del manillar. Por otro lado, dichas pisaderas se extienden un poco hacia adelante, permitiendo una posición de piernas no tan en ángulo recto. Lamentablemente, la configuración de este scooter no permitió la doble pisadera como para viajar más estirado.

El asiento es un sillón, literal. Por tamaño y mullido, ambos ocupantes viajarán comodísimos sin importar la distancia a cubrir. La plaza del pasajero es súper amplia, por lo cual el segundo a bordo irá muy cómodo al tiempo que no molestará para nada al piloto. Sus pedalines son retráctiles, con una superficie de goma que se agradece. Las asas de sujeción son tremendamente grandes y se encuentran integradas a la parrilla trasera, la cual es apta para la colocación de una base con su top case.

A nivel instrumental, este Kymco es bastante básico (en nuestro mercado no se ofrece con la interface Noodoe) pero suficiente siempre y cuando no seas un fanático de las pantallas y la conectividad. Se trata de un display LCD con la siguiente información: velocidad, vueltas de motor, nivel de combustible, nivel de temperatura de refrigerante, voltímetro, reloj horario, odómetro total y uno parcial.

Quizás lo más novedoso, si se quiere, es el arranque sin llave, es decir, con un mando presencial. Mediante el comando giratorio, además de dar arranque al scooter, podemos bloquear la dirección, destrabar el asiento para su apertura y también abrir la tapa que esconde la boca de acceso al tanque de combustible.