Al tener calcadas todas sus cotas, es apta para pilotos de cualquier talla y se erige también como una de las más amplias dentro de su segmento. Por suerte la marca no abarató costos y mantiene el completo instrumental mixto de rápida y fácil lectura. En el centro del cuentavueltas analógico se ubica un pequeño display digital de segmentos para el nivel de combustible. A la izquierda del cuentavueltas se observa un panel reúne los clásicos testigos. Completa el cuadro de instrumentos una pantalla lcd que informa velocidad, km total, dos parciales y hora; quizás podríamos pedir un indicador de marcha engranada. La iluminación es anaranjada. Como ya es costumbre de la marca, los indicadores de comandos en las piñas se encuentran retro iluminados. Hablando de los comandos, son clásicos en su ubicación, de excelente tacto y funcionamiento. Igual desempeño para los puños y manijas.

Con respecto a los espejos, si bien no vibran a ningún régimen y su tamaño es el correcto, creemos que la regulación y el largo de sus brazos son un problema, ya que no pudimos regularlos para lograr una visión óptima. La posición de manejo invita a pasar largas horas a bordo de la NS150, ya que los brazos encuentran de manera muy natural a los semimanillares con los codos levemente flexionados, la espalda erguida y una flexión de piernas confortable. Ni la mencionada posición de los semimanillares ni la de los pedalines de piloto y pasajero sufrieron alteraciones.

La razón de ser de la más pequeña NS es su monocilíndrico de 149,5 cc, 4 válvulas, encendido digital DTS-i por doble bujía, alimentación mediante carburador y refrigeración por aire. Sus 17 CV de potencia a 9.500 rpm sorprenden tanto en los fríos números de la ficha técnica como así también en los bríos que se muestran de medio régimen en adelante. Debemos darle la derecha a la marca y aceptar que estamos ante la más potente de su segmento, con un desempeño que incluso podría poner en aprietos a algunas de mayor cilindrada. Nos sorprendió por su buen rendimiento y por lo vivaz en la escalada de vueltas. Abajo no descolla, pero después de las 5.000 rpm empuja con decisión hasta las 10.000, donde en 5ta marcha encuentra su velocidad punta, superior a los 125 km/h. Como ya mencionamos, incluye patada y arranque eléctrico.

Las vibraciones son bastante contenidas en toda la gama de revoluciones por tratarse de un “mono”, aspecto siempre muy cuidado por la marca india. No se divulgaron cifras de consumo, pero en nuestro breve contacto pudimos verificar que el mismo nunca supero los 3 litros para recorrer el centenar de km. La caja en este modelo es de 5 velocidades perfectamente escalonadas de corto y preciso accionamiento junto a la correcta dosificación del embrague.

El chasis perimetral que monta permite un preciso y ágil control a alta velocidad así como estabilidad en curvas. Es justamente en curvas donde muestra una parte ciclo de las más equilibradas gracias al correcto setting de la nueva horquilla y al monoshock trasero que muestran una configuración orientada a lo deportivo, pero sin llegar a ser molestas para el manejo en las “cities”. La precisión y el desempeño de los nuevo frenos son correctos y acordes a las prestaciones con una buena mordida adelante y buen tacto del tambor trasero, no evidencia fatigas prematuras del sistema y transmite confianza en cualquier situación.