Yamaha FZS-FI V3.0 Test Ride

Haciendo un poquito de historia, te cuento que en 2010 Yamaha Argentina lanzaba la FZ-16, una moto que marcó un quiebre en el segmento street de baja cilindrada inaugurando una subcategoría de corte deportivo, que no solo lo era en el plano estético sino que también y como más importante lo era en la ciclística. No se podía creer como se comportaba esa motito. Toda una revolución para ese momento, donde estábamos acostumbrados a que las street 150 se viesen y funcionasen como utilitarias. La moto enseguida fue un éxito de ventas, con lista de espera en concesionarios. Estas primeras unidades venían importadas de India, hasta que en 2011 Yamaha Argentina inicia su producción local.

En 2015 tuvo su primera gran evolución, donde la incorporación de la inyección electrónica fue lo más importante, acompañada de una actualización de diseño. Luego, y justito antes de esta v3, actualizó su freno trasero de tambor pasando al disco.

Esta moto, que desde ese 2010 se mantiene en nuestro mercado de manera ininterrumpida, incorpora algunas novedades, nuevo diseño pero, manteniendo el ADN FZ intacto, con un comportamiento general que sigue siendo de los mejores (si no es el mejor) del segmento.

Estéticamente, creo yo en una opinión absolutamente subjetiva, dio un paso adelante importante. La FZ original me parecía hermosísima pero, la generación de 2015 ya no tanto. Esta v3 creo que toma algunos detalles de aquella primera FZ (como el escape y el asiento de una pieza) y los conjuga con las tendencias del momento.

Por supuesto mantiene el tanque voluminoso y sus formas que es un poquito el sello de identidad del modelo, pero ahora incluyendo unas psuedas entradas de aire. A mi gusto, el cromado del marco resta, lo hubiese acabado en negro, en gris o en el color de la moto. Pero eso es cuestión de gustos, también. Las tapas laterales y el guardabarros delantero son de nuevo diseño y se incorporan la quilla y el guardabarros trasero suspendido.

Quizás a primera vista no se la notan tantas diferencias a esta v3 respecto de su predecesora pero, cuando uno la repasa, el cambio de diseño es muy profundo.

La paleta de colores incluye a esta gris nardo con llantas azules, a mi gusto la más linda, a una azul mate, a una roja también mate y a una negra con llantas doradas y asiento bordó que me recuerda a una combinación con la que supo venir la FZ6N S2, }¿una bomba esa moto!

Ya en un plano funcional, se destaca la incorporación de tecnología LED para los faros principales delantero y trasero, aumentando así el desempeño y la seguridad. Ambos faros también cambian en su diseño, el trasero perdiendo la forma que tuvo desde siempre y el delantero siendo ahora muy similar al de la FZ25. Por el lado de los intermitentes, continúan siendo halógenos de tulipa transparente.

Ponerse a los mandos de la nueva Yamaha FZ no será un problema para nadie con solo 790 mm de altura de asiento. Se trata de una moto muy bien resuelta en cuanto a lo ergonómico, ya que siendo bastante compacta es incluso cómoda para los pilotos más altos. Espalda erguida y una flexión de piernas que no cansa para nada. Como dije antes, al asiento volvió a ser de una pieza y niveles diferenciados, muy generoso en su tamaño y de buen mullido, siendo el acompañante el que se vio más beneficiado con este cambio. Ya que hablamos del segundo a bordo, cuenta con una plaza bastante cómoda, teniendo en cuenta las dimensiones de la moto y dispone ahora de una nuevas asas de una sola pieza que, incluso parecieran mejores y más sencillas a la hora de atar algún bulto si lo necesitáramos.

Frente a nosotros encontramos un instrumental que jubila al anterior anaranjado, siendo ahora un LCD en negativo que mejora su visibilidad en cualquier condición de luz pero que, ya a esta altura podría incluir indicador de marcha engranada. Es bastante compacto en su tamaño, pero no genera mayores problemas, ofreciendo una lectura rápida y sencilla. Continúa siendo de la partida el indicador ECO que se enciende cuando mantenemos una conducción eficiente y mesurada.

Los comandos en las piñas son nuevos, de buen tacto y funcionamiento. Ahora la guiñada de luz alta se hace presionando el switch de cambio de luces, como en algunos scooters. Personalmente prefiero el gatillo, me parece más rápido e intuitivo. Balizas, seguimos sin tener. Los espejos también son nuevos para la FZ, aunque ya los conocemos de otros modelos de Yamaha. Buena visión de lo que sucede a nuestras espaldas.

No me quiero olvidar, el caballete central viene de serie, cosa que se agradece a la hora de estacionar en determinados lugares, como para el lavado y mantenimiento de la unidad.

Hasta donde sabemos, el monocilíndrico de tecnología Blue Core no sufrió cambios relevantes (por lo menos no los declara Yamaha) por lo que sigue siendo el conocido bloque de 149 cc, refrigerado por aire, SOHC de 2 válvulas y alimentado por inyección electrónica, que es capaz de ofrecer una potencia máxima de 12,4 CV a 7.250 rpm y un par de 13,3 Nm a 5.500 rpm, siempre asociado a una caja de 5 marchas de un accionamiento muy suave, corto y preciso.

Dada la cilindrada de esta Yamaha FZS-FI v3.0, es un dato importante y a tener en cuenta para quienes sean principiantes o tengan licencia de conducir de hasta 150 cc (la A 1.2 de Argentina), es que esta moto está perfectamente habilitada para su conducción, cosa que no sucedía antiguamente con la FZ-16 y  hoy con su rival más directa.

Se trata de un impulsor muy prolijito en su funcionamiento y muy agradable de conducir. Entrega progresiva y lineal, con un escalonamiento de las relaciones de caja que le colaboran a sacar lo mejor de sí. Las vibraciones no son un problema, notándose presentes por encima de las 8.000 rpm pero siempre manteniéndose como uno de los impulsores más serenos de la categoría.

La tecnología Blue Core que, si mal no recuerdo inauguró la FZ-16, de Yamaha asegura, según la marca, un mejor aprovechamiento de la energía, reduciendo el consumo de combustible y las emisiones contaminantes. Puesto en la práctica, pudimos relevar un consumo citadino de 2,6 lts para recorrer el centenar de kilómetros. Un registro muy bueno y que asegura una autonomía más propia de una moto viajera que de una urbana gracias a su tanque de 13 lts de capacidad. Un detalle que ya me gustaría verlo superado, es que la tapa del tanque tenga bisagra…es mucho más cómodo.

Como dije en el arranque, la ciclística de esta moto es excelente y marcó un quiebre en la baja cilindrada. Hoy día, sigue siendo de las mejores en su categoría, permitiendo un paso por curva preciso y rápido, y una agilidad general intachable, con un desempeño urbano muy “ratonero”. Solo 135 kg en orden de marcha dan cuenta de un conjunto sumamente ligero. El esquema de suspensiones no fue modificado, montando una horquilla hidráulica convencional (sin ajustes) y un monoamortiguador con ajuste en la precarga del resorte en 7 posiciones, manteniendo un buen confort sin resignar en estabilidad.

Buena parte del comportamiento dinámico de la Yamaha FZ siempre fue la puesta a punto de su chasis y suspensiones para trabajar en conjunto con un generoso caucho trasero de 140 mm de pisada. Desde ya, rodado de 17 pulgadas para ambos ejes, montados ahora sobre llantas de nuevo diseño. Los neumáticos son Ceat en modelo Zoom, muy parecidos en desempeño a los MRF.

El sistema de frenos lo firma Bybre, con un disco delantero de 282 mm mordido por una pinza de doble pistón y un trasero de 220 mm con pinza monopistón. Teniendo en cuenta que la FZ siempre fue la moto más costosa de la categoría, nos hubiese gustado que se destacara por incluir ABS delantero y así ostentar una relación precio/producto aún más atractiva. Por el lado del desempeño, este sistema no ofrece lugar a la crítica con un frenado muy bueno, de buen tacto y fácil de dosificar.

A modo de cierre puedo decir que la Yamaha FZS-FI en esta versión 3.0 está súper vigente, con un rediseño que le cayó muy bien, manteniéndose como una de las mejores opciones del segmento y con un desempeño dinámico que sigue sorprendiéndome. La FZ es un claro ejemplo que una moto de baja cilindrada también puede hacer todo bien.