Se sabe que la Honda Tornado XR250 es un ícono contemporáneo y también que se trata de una moto casi única en su tipo si observamos la manufactura actual del mercado. Lo cierto es que en su última actualización acaban de introducirse cambios cosméticos cuando se esperaban modificaciones más relacionadas a su mecánica.

Es por eso que a los románticos siempre nos surge la pregunta (que para nosotros tiene respuesta) sobre si este modelo es mejor que la histórica XR250 de los años ’90. Como se trata de una moto doble propósito, a continuación haremos la comparación con la versión L (apta para la calle) de aquel símbolo y éste.

Diferencias industriales entre la Honda XR 250 Tornado 2023 y la XR250 L de los ‘90

Para empezar a diferenciarlas, debemos contextualizar: en el mundo de fines del Siglo XX las empresas fabricaban casi todo en su país de origen y exportaban sus productos hacia el resto del mundo. Por lo tanto, todas las XR250 L que circulan hoy fueron ensambladas en Japón. La Tornado actual se fabrica desde hace algunos años en la planta que Honda posee en nuestro país, en la localidad de Campana. Antes llegaba desde Brasil.

Pero resumiendo a ambas y, a su vez, estableciendo la comparativa, podemos sentenciar que La XR250 L de los ’90 es casi una moto de competición adaptada para andar en la calle, mientras la Tornado es una moto de calle con un sinfín de opciones de accesorios para poder elevarla hacia distintas competencias de aficionados. De hecho, la XR250 L es prácticamente la misma moto que su hermana pura sangre, la R, salvo por el faro delantero ampliado, los guiños, los espejos y leves ajustes en carburación y relación. Otro punto importante: la Tornado 2023 carga 11 litros en el tanque. La XR 250 L de aquellos años alberga 9.

Diferencias de motor

Más allá de la robustez y cojudez de los elementos de la XR250 L a diferencia de la Tornado (fabricada en la era de la eficiencia), la configuración del motor de ambas tiene una sola diferencia: la 250 L posee una disposición SOHC mientras la Tornado goza de una DOHC. Ambas equipan un impulsor de 249cc y se alimentan a carburador. También se refrigeran por aire y llevan una transmisión de 6 marchas. La Tornado tiene arranque eléctrico mientras que la XR 250 L (salvo en sus últimas versiones) lleva sólo patada.

En aquella época era prioritario conservar los circuitos de electricidad de la moto en caso de agarrar agua dentro de la aventura off-road. Es decir, era una moto para rudos, igual que todas las de enduro de esa época. La XR250 L tiene un poco más de par y fuerza desde abajo, aunque es una diferencia mínima que casi no vale la pena detallar.

Chasis y suspensión

Aquí radican las principales distancias, y son todas a favor de la Honda XR250 L de los ’90 en detrimento de la Tornado. La más vieja se monta sobre una cuna semidoble (e indestructible) de tubo descendente simple, equipa una suspensión delantera Showa ajustable de 43mm y 16 posiciones. La trasera muestra el clásico (en aquella época en tiempos de consolidación) monoshock Pro-Link con precarga y 20 posiciones de ajuste.

En ambas partes tiene 270mm de recorrido. La Tornado lleva adelante una horquilla telescópica de 245 mm y atrás mantiene el Pro-Link, aunque de 242mm de recorrido. Por el resto de la parte ciclo, es decir los frenos, la versión actual exhibe un disco delantero de 240mmm y un tambor trasero de 130mm. La Honda XR250 L de los ’90, en cambio, no se andaba con vueltas: Disco delantero de 240mm; disco trasero de 220mm.

Diseño

De más está decir que la calidad de materiales que componen a la Honda XR250 L de los ’90 es superior la que posee la Tornado. Es una cuestión de época y de tipo de fabricación. Lo hemos marcado en infinidad de notas. Sin entrar en especificaciones químicas, basta con tocar el guardabarros o las cachas de una y otra más allá de que ambas sean de plástico. Pero si hablamos estrictamente de diseño, vemos en el escape corto de la XR250 L un diseño más agrícola y salvaje, con sus lógicos relojes análogos y una combinación de colores que componen el ícono que hoy es.

La Tornado ha hecho lo suyo en tiempos contemporáneos (acaso es uno de los poco clásicos modernos), pero se la nota más citadina más allá de su moderna denominación “on-off”. Más aún con su nuevo faro ampliado. En líneas generales, compararlas es algo injusto. Subjetivamente podría decirse que la XR250 L es superior, pero poniendo en contexto la época, eficiencia y ahorro de costos fabriles en la que vivimos, la Tornado tiene una vigencia industrial que algo debe significar…

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Esta entrada ha sido publicada el 2 marzo, 2023 12:44