Videos
Características
La gama Vespa arranca con el clásico VXL 150, el más exitoso de la marca italiana. Sobre la misma base, pero con destellos de deportividad, se ofrece el Vespa SXL 150, donde la “S” de Sport en su denominación da cuenta del look deportivo de este citadino.
Además de brindar un reducido consumo de combustible, bajo costo mantenimiento, buena capacidad de carga, facilidad y confort de conducción por cualquier tipo y genero de piloto, entre algunas otras virtudes más, el Vespa SXL 150 cambia la percepción de la simple “motoneta” italiana con solo unos sutiles pero efectivos retoques estéticos, que le brindan una apariencia deportiva, sin perder el encanto típico y simpático de esta emblemática marca.
A golpe de vista lo primero que llama la atención es el cambio del clásico faro redondo por uno rectangular, forma que también copian los espejos retrovisores. El nuevo faro, que mantiene la lámpara halógena en su interior, es enmarcado por una pieza cromada. Este material se repite solo en los espejos, el marco del faro trasero y en la chapa antiquemaduras del silenciador del escape.
Suplantando los cromados, algunas piezas se pintaron de negro para reforzar el concepto deportivo del Vespa SXL 150. Algunas de ellas son, por ejemplo, el adorno sobre el guardabarros delantero y la rejilla sobre el pecho (enmarcadas en un diseño de corbata distinto al VXL), como así también la exclusiva visera que enmarca al instrumental.
Esta misma fórmula se aplicó a las llantas que, si bien no vieron modificado su diseño (de aleación liviana y cinco gruesos rayos), pasaron de ser grises a negras, luciéndose de manera exquisita la delantera gracias a la suspensión monobrazo, un sello de identidad de la marca italiana.
Respecto al VXL, el Vespa SXL 150 pierde la gaveta cerrada en el contraescudo para dar paso a dos portaobjetos abiertos. Otro accesorio que queda en el camino, priorizando el look deportivo en detrimento de la practicidad, es la parrilla portaequipajes trasera, que a su vez servía de asa de sujeción para el acompañante.
En tal sentido y para suplantarla, se añadió la casi inútil cinta transversal al asiento. Respecto del asiento, se trata del mismo presente en el VXL, de una sola pieza y altura, forrado en un finísimo cuero negro, el cual agrega un ribete blanco como elemento distintivo.
A favor
Buena capacidad de carga
Confort y consumo
En contra
Falta de toma USB
Subirse a cualquier scooter de esta marca es toda una experiencia, y este Vespa SXL 150 no es la excepción. Las dimensiones generales y el bajísimo peso del conjunto hacen de este scooter el ideal para pilotos de hasta talla media, sin discriminar género. El asiento es todo lo confortable que se puede esperar para un vehículo citadino en el cual no estaremos varias horas continuas sobre él, con una aceptable superficie y mullido tanto para piloto como para acompañante.
El espacio bajo asiento es suficiente para un casco tipo jet y alguna pequeña cosita más, siendo muy sencillo acceder al motor y sus partes, quitando sin ninguna herramienta el fondo de dicho hueco. Para los elementos de uso más común contamos con los dos portaobjetos abiertos anteriormente mencionados en el contraescudo, de capacidad limitada y sin una toma de carga USB, un accesorio muy común y útil hoy día.
El diseño de esta carrocería beneficia el espacio de las piernas con un piso bajo en detrimento de uno plano pero que hubiese sido más alto. No obstante, la protuberancia central del piso cuenta con superficie antideslizante para que sea más sencillo transportar alguna carga entre nuestras piernas. Como ya dijimos, el espacio de este Vespa SXL 150 es bueno para los pies del piloto, mientras que el acompañante cuenta con unas compactas plataformas también de superficie antideslizantes.
Quienes elijan ponerse a los mandos de esta versión “deportiva” del Vespa SXL 150, tendrán frente a ellos un cuadrante analógico para el velocímetro, el cual alberga en su interior un pequeño display que reúne la información de nivel de combustible, odómetro, dos trips y reloj horario. Lo justo y necesario.
En este Vespa SXL 150, el instrumental luce ennegrecido y con la aguja en rojo, a tono con la propuesta del modelo. Los comandos son de una calidad visual, tacto y funcionamiento muy buenos, de lo mejorcito. Hay que decir la verdad, desentona un poco el tirador del cebador. Los puños mantienen la calidad general, con la marca grabada y de grueso grip, al igual que las manetas de freno en aluminio. Los espejos, rectangulares y cromados, son de sencilla regulación y correcta visión.
Ficha técnica
Tipo | Monocilíndrico, 4T |
Distribución | SOHC, 3 válvulas |
Alimentación | Carburador |
Refrigeración | Forzada por aire |
Diámetro x carrera | n/d |
Cilindrada | 155 cc |
Potencia declarada | 11.6 CV a 7.000 rpm |
Torque declarado | 11.5 Nm a 5.500 rpm |
Rel. de compresión | n/d |
Encendido | Eléctrico |
Arranque | Eléctrico y por patada |
Caja | Automática |
Embrague | – |
Transmisión Final | CVT |
Configuración | Monocasco de acero |
Delantera | Monobrazo asistido |
Recorrido | n/d |
Trasera | Monoamortiguador |
Recorrido | n/d |
Delantero | Disco ventilado de 220 mm |
Trasero | Tambor de 140 mm |
Delantero | 110/70-11 |
Trasero | 120/70-10 |
Largo / ancho / alto | 1.770 / 690 / 1.140 mm |
Distancia entre ejes | 1.140 mm |
Altura del asiento | 780 mm |
Distancia del suelo | n/d |
Dep. de combustible | 8 L |
Peso en orden de marcha | 114 Kg |
Velocidad máxima | 95 km/h |
Velocidad máxima
Sin ser tan importante, la velocidad máxima de este Vespa SXL 150 es de 95 km/h, también suficiente para realizar un tramo de autopista sin estorbar.
Motor
¿Hacen falta más de 150 cc para moverse, a velocidades legales, por las grandes y colapsadas ciudades? La respuesta es definitivamente no, y por más que esta sea una versión “deportiva”, ese entrecomillas se limita a solo lo estético. Desde ya, no esperemos aceleraciones para el infarto o recuperaciones instantáneas este Vespa SXL 150. Para eso se ofrecen otros scooters de mayor porte y que permiten también alcances interurbanos.
Este Vespa SXL 150 se impulsa mediante un monocilindrico de 155 cc, 4 tiempos (atrás quedaron los hermosísimos 2T), SOHC de 3 válvulas, carburador y refrigeración forzada por aire. La puesta en marcha se realiza mediante el cómodo pulsador eléctrico o mediante la clásica patada.
El uso del cebador solo será requerido en los días más fríos y por un corto tiempo, ya que con un mínimo de temperatura a este motorcito le alcanza para no detenerse y obtener una marcha fluida. La transmisión es del tipo variable y continua (CVT), de un funcionamiento suave de la cual no se perciben patinamientos ni trepidaciones.
Respecto del consumo, que si se quiere es el dato más relevante de la ficha técnica de una moto como esta, registramos 2,8 litros para recorrer el centenar de kilómetros, pudiendo ser mejorable con una conducción más “eco”. Teniendo en cuenta esta cifra y los 8 litros de capacidad del depósito, la autonomía nominal de este Vespa SXL 150 debería ser cercana a los 300 kilómetros. Más que suficiente.
El frenado es de lo mejor de este Vespa, sobre todo por el poder del disco delantero, aunque en estos valores ya podría venir equipado con ABS, por lo menos delantero. Con un disco de 200 mm al frente y un tambor de 140 mm detrás, este Vespa SXL 150 se detiene de manera correcta con una sencilla dosificación en las manetas. El disco otorga el poder al sistema, mientras que el tambor acompaña eficazmente. Las cubiertas de marca MRF son de lo mejorcito proveniente de India.
La suspensión delantera está a cargo de un monobrazo asistido por un amortiguador hidráulico de doble efecto mientras que la trasera también recurre a un monoamortiguador. El esquema de suspensiones, junto al monocasco de acero, dan como resultado un conjunto confortable en asfaltos parejos y sorprendentemente ágil, debido al bajo peso del conjunto (114 kg).
Los cortos recorridos de suspensión, como en todos los scooters, y el caucho de 11 pulgadas delante serán los aspectos que no debemos olvidar para mantener un manejo agradable y, sobre todo, seguro a bordo del Vespa SXL 150.
Fotos