Lifan llegó a la Argentina con un amplio catálogo de modelos, 9 para ser exactos, atacando diferentes segmentos de gran demanda. Dentro de ellos encontramos a esta KP200M, una naked urbana inspirada en las famosas café racer pero dotada de tecnología moderna.

Si bien como marca, Lifan puede ser desconocida para algunos, debemos decirles que motos producidas por este importante fabricante chino hace ya tiempo que tenemos en nuestro mercado, pero luciendo otras marcas nacionales en sus tanques.

De la mano de Famly, una empresa del sector automotriz con 40 años de trayectoria, ahora llega Lifan como marca con un proyecto a largo plazo y con especial foco en la post venta.

Volviendo a la protagonista de la prueba, podemos decir que se trata de una café racer que toma ciertos guiños del pasado, pero luciendo definitivamente moderna.

Las llantas de rayos cruzados y aros cromados resultan casi “obligatorias” para una moto con estas intenciones, como así también el asiento de una sola pieza que llegue hasta el colín y luzca los clásicos bastones bordados.

A veces los fabricantes persiguen tanto la innovación y el diseño que dejan de lado la funcionalidad. Y pareciera que esto le pasó a Lifan a la hora de ubicar el instrumental sobre el tanque, a la izquierda de la tapa de carga de combustible, obligando al piloto a sacar la vista del camino, bajar la mirada, para así poder visualizar el tablero.

Por el lado de la info ofrecida, tiene todo lo requerido con velocidad, vueltas de motor, marcha engranada, nivel de combustible, reloj horario y odómetro total y parcial.

Respecto al motorcito, no sé bien en que me basaba, pero la verdad es que no me esperaba un funcionamiento tan correcto y sereno. Si le buscamos el costado más deportivo a este bloque, debemos mantenerlo por encima del medio régimen, momento en el cual despliega lo mejor de sí, con un nivel de vibraciones bastante contenido.

Respecto a la parte ciclo, encontramos un conjunto simple pero bien concebido, el cual queda en evidencia con un manejo sencillo y que resulta muy ágil en el transito urbano. Los neumáticos, mientras que el asfalto se mantenga seco, podríamos calificarlos de aceptables salvo que apuremos la frenada y nos peguemos un susto con la rueda delantera.

En síntesis una moto bien lograda desde lo estético, muy llamativa en este amarillo (viene también en gris o azul, todas al mismo precio: 832.000 pesos, sugerido), y que se percibe de buena calidad. Ya en el plano funcional, debo reconocer que quedé sorprendido por la finura de este monocilíndrico.

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Esta entrada ha sido publicada el 19 octubre, 2022 11:49