Hace algunos días se suscitó un nuevo intento que pudo terminar en otro de los continuos robos de motos a un motero que viajaba recreativamente por una ruta del Conurbano Bonaerense. Esta vez ocurrió en plena Ruta 8, entre Parada Robles y Solís, camino a San Antonio de Areco, un destino clásico y de los más elegidos por los usuarios que gozan de disfrutar de un paseo en dos ruedas durante los fines de semana. Tiempo atrás, La Moto publicó un descargo sobre esta problemática. Desde ahí hasta hoy nada parece haber cambiado. Y peor: todo indica que creció.

 

Esta vez, la víctima logró escapar de milagro, aunque la maniobra pudo haber terminado de manera poco feliz. Lo curioso del caso fue que el hecho sucedió en la Zona Norte, lugar que parecía bastante más seguro para los moteros en comparación con los accesos del oeste y el sur.

El modus operandi

En general, dos personas (dos delincuentes) montados en una moto de alta cilindrada previamente robada, se ponen a la par de la víctima y, a punta de pistola, la hacen frenar. Uno de ellos se lleva la moto recién sustraída. Pero lo peor puede suceder después, cuando el asaltado ya entregó su vehículo. Es que para evitar que se acerque rápido a un puesto de policía o consiga perseguir a los maleantes de alguna manera, los mismos suelen rematar el plan con un tiro en la pierna (en el mejor de los casos). Así, tan crudo como suena. La cosa debe parar. Parece tan simple…sin embargo, a veces resulta irrisorio que la justicia se muestre tan incompetente en ciertas cuestiones.

Los delincuentes, a la vista de todos

No decimos esto porque somos justicieros románticos sino porque todo está tan a la vista que no amerita discusión, debate ni letrados vanagloriándose con la interpretación de la norma jurídica. Claro, después del robo la cosa sigue, y allí es donde todos (absolutamente todos) somos testigos del cinismo. Ahí están, en Facebook, los grupos totalmente abiertos de motos robadas, que suelen encontrarse como “motos crudas”, o “motos talle M” (mellizas). Algunas descripciones de esos rejuntes de ladrones hasta invitan a “no juzgar”. En ocasiones las motos se comercializan; en otras simplemente se usan para correr picadas. Total no pasa nada.

Estando tan claro el tema, ¿no puede la Justicia intervenir de oficio aunque sea para investigar? Está todo tan a la vista que la pregunta resulta casi obligada. Sin embargo, en nuestro país solemos agachar la cabeza y acostumbrarnos a lo terrible. Es cierto que los procedimientos judiciales no son directamente proporcionales con la indignación, pero en este caso parece que se puede hacer algo más.

Marketplace, un almacén para robos de motos

Consternó hace algunas semanas el caso de Lautaro, un joven de Lomas de Zamora que viajó a Santa Fe para concretar la compra de una moto que había visto en Marketplace, el portal de compras de Facebook. Ni bien llegó, se dio cuenta de que sería víctima de un robo y le dispararon en la cabeza. El chico murió.

En la misma red social, las motos robadas se venden descaradamente y, como pasó con Lautaro, a veces una simple foto de un producto (era una Honda XR 250 Tornado) a un precio muy barato sirve como anzuelo para una emboscada. Será menester de la red social de Meta aumentar su seguridad y, por qué no, detectar y denunciar posibles casos de robos de motos. Hoy se evidencia que el portal no tiene la seguridad que si poseen otros similares.

Consejos para viajar seguro

Hay algunas formas para hacer más seguro el viaje, y suena tristísimo que sean los usuarios y no la justicia los que tengan que proceder a aumentar la confiabilidad. Estos son algunos puntos que ayudan a evitar los robos de motos.

  • No rodar sin compañía: aunque algunos disfruten de la sola presencia de la conciencia propia, a veces ir en grupo reduce la posibilidad de robo (de todos modos nadie está exento, y hay algunos casos que así lo denotan).
  • No detenerse durante demasiado tiempo en la banquina: a menos que ocurra un problema serio con la moto, más vale no frenar. Las estaciones de servicio son un buen punto para bajarse a revisar algo o parar a descansar.
  • Prestar atención a posibles motos sospechosas: vehículos de alta cilindrada sin patente, algunos que ruedan con pasajero o grupos de motos sin chapa y con actitud sospechosa son una buena opción para pegar la vuelta o mantenerse en lejanías.

Como sea, la actividad no se frenará y todos seguiremos gozando de esta pasión que otorga tantos placeres como andar en moto. Tener en cuenta estos consejos es importante, pero la paranoia tampoco ayuda. Desde acá sólo pedimos que los que realmente se tienen que hacer cargo de la situación (políticos que parecen fuera de agenda, jueces y demás participantes de la justicia y, por último, policías) lo hagan de una buena vez. Los robos de motos deben terminar.

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Esta entrada ha sido publicada el 9 octubre, 2022 08:00