Para nadie es una sorpresa que la Dominar 250 se vea prácticamente igual que la 400, con solo algunos detalles que las diferencian, teniendo que afinar el ojo para encontrar algunos en particular. Tal es así que, durante nuestra semana de pruebas, nadie advirtió en la calle que se trataba de la nueva 250.

En términos de diseño, se trata de la misma Dominar ya conocida con el lógico cambio de insignia en los laterales del colín (D250) y las llantas íntegramente negras, perdiendo el perfil diamantado visto en la 400. Otro detalle, es la disminución en la pisada del neumático trasero, ahora de 130 (150 en la D400) y que se percibe muy delgado con el diseño musculoso de la Dominar.

Segunda parte de la prueba, acá

Respecto a los colores, también se ofrece en solo dos, ya sea en rojo como la protagonista de nuestra prueba o en un negro, que no es exactamente el mismo de la 400. Es una buena noticia que, aunque se trate de un modelo más económico, la Dominar 250 mantenga la misma iluminación full LED de su hermana mayor. ¡Bien ahí por Bajaj!

Ergonómicamente nada ha cambiado, pero por tratarse de una plataforma diseñada para una “casi” 400, esta 250 se postula como la más cómoda y espaciosa dentro de las 200, tanto para piloto como para acompañante, siendo una opción muy válida para encarar algún viajecito sin problema, instalación de parabrisas elevado mediante.

No todo son ventajas a la hora de heredar una plataforma, ya que los solo 7 kg de menos respecto a una Dominar 400 (que ya era pesada de por sí, con 187 kg) es, sin dudas, su mayor defecto. No obstante, este peso (que no es poco), se siente solo en las maniobras de baja velocidad o cuando debemos moverla en parado, donde el poco radio de giro tampoco colabora.

Sentados en ella advertimos otra de las diferencias respecto de su hermana de 40 CV, y es su cuadro de instrumentos, que utiliza el mismo de la primera generación de la D400. De esta manera se pierde el segundo display, ya que el marcador sobre el tanque solo aloja testigos luminosos, por lo que en el camino resignamos el marcador de marcha engranada y los datos de consumo. Es lógico: en algo hay que ajustar los costos.

Además, los comandos en las piñas son los mismos, de buen tacto y retroiluminados. Obviamente, vamos a criticar la falta de un interruptor de balizas. Pero se agradece que los espejos sean los mismos de la segunda generación de la 400, ya que su visión es inobjetable. Mañana te contamos todo sobre el comportamiento dinámico de esta nueva Bajaj Dominar 250.

Mirá la tercera parte de la prueba, acá

¨

Esta entrada ha sido publicada el 10 febrero, 2021 08:00