El motor está prolijamente presentado destacando el cromo en sus tapas como así también en el escape de diseño vintage. De producción artesanal es el asiento bitono de cuero tipo slammer con costuras a la vista y superficie antideslizante, pero de justito mullido. Por debajo se montó otro de los accesorios que identifican esta serie especial, el morral de cuero negro bitono y tratamiento de hidrofugado con cierre magnético. Por su parte, ambos juegos de estriberas se encuentran convenientemente recubiertas en goma.

Muy de los 50 es también el faro trasero de acrílico rojo y forma ovoide sobre una carcasa cromada. Todo montado al escueto guardabarros trasero que repite el cromo en su acabado. El basculante construido en acero de sección cuadrada es asistido mediante un juego de amortiguadores regulables en la precarga del resorte. El freno, suficiente para las prestaciones de esta cafe racer es a tambor de expansión interna.

La Ceccato de nuestros tiempos se caracteriza ergonómicamente por tener asiento bajo, estriberas altas y manillar bajo. Dicho tridente concluye en una posición de conducción que dista de ser la ideal, pero que será muy valorada por los seguidores de esta moda vintage. El único marcador presente es una esfera para el velocímetro que en su interior alberga el odómetro y una tira de led que se ilumina de acuerdo a nivel de combustible presente en el tanque.

Los testigos de los intermitentes se ubicaron en la tija de dirección junto a la llave de contacto. El manillar tipo mariposa es bastante angosto y bajo, con comandos de calidad promedio. El cebador es mediante la clásica leva ubicada directamente sobre el carburador. Como accesorio se incluyó una toma USB para la carga del celu durante el viaje, algo útil pero que tiene poco que ver con el espíritu del modelo. Clásicos y bonitos son los espejos, pero funcionalmente dejan mucho que desear.

El monocilíndrico de esta 60 Collezione es ahora un 4 tiempos de 149 cc, OHC de 2 válvulas, refrigerado por aire y alimentado por carburador. De arranque a patada o eléctrico, el mismo es rápido mediante el cebador. Eroga una potencia de 15 CV a 8.500 rpm, suficiente para moverse alegremente entre el tráfico urbano. Debemos reconocer que nos sorprendió gratamente su funcionamiento progresivo y sereno, con presencia de algunas vibraciones solo en el alto régimen. La caja de 5 marchas aprovecha las cualidades del monocilíndrico, con un comando con talonera algo duro de accionamiento y largo recorrido. El dato de consumo declarado por fábrica es de 2,1 litros en promedio para recorrer el centenar de kilómetros. Por su parte, la velocidad final está en el orden de los 110 km/h, una cifra razonable pero lejana de los 130 km/h declarados por la marca.

La simpleza y la antigüedad del chasis, las suspensiones blandas y sus solo 108 kg en vacío no son contras a la hora de moverse por la ciudad, por el contrario. Ahora bien, si circuláramos por autopistas o tramos veloces, deberíamos hacerlo con precaución y siempre recordando que su parte ciclo no fue diseñada para eso.

Los frenos con un disco adelante y tambor atrás resultaron suficientes para las prestaciones e intenciones de la Ceccato. El delantero aporta seguridad y es de sencilla dosificación, mientras que el trasero cumple su cometido, pero el tipo de palanca adoptado no es el que mejores sensaciones transmite.