La expansión del grupo PIERER Mobility, propiedad del magnate austríaco Stefan Pierer, parece no conformarse con un crecimiento que se advierte desenfrenado desde que adquirió KTM en la década del ’90 para sacarla de una época de vacas flacas y casi desaparición (la marca estaba quebrada) hasta convertirla en una de las referentes del mundo de las dos ruedas.

Incluso en diferentes competiciones, con el Rally Dakar a la cabeza. A lo largo de los años, el grupo transitó un camino en el que también adquirió Husqvarna y la española Gas Gas. Además forjó otros vínculos de distribución y producción, como el que tiene con Bajaj en Asia. Lo que le faltaba para cerrar el círculo era hacerse con una de las marcas italianas de antología. Lo intentó con Ducati y fracasó, pero ahora comprará el 25% de MV Agusta -más interesantes derechos y acuerdos de comercialización- en un escenario que se presentó ideal.

La compra de MV Agusta: en el momento justo

Después de varias desapariciones y renaceres a lo largo de las últimas tres décadas, MV Agusta parecía haberse estabilizado de la mano de los capitales rusos que la poseen actualmente. Productos como la Brutale 1000 RR se colocaron en la gama top a pesar de ser una marca de producción limitada (esa era la intención). Sin embargo, la explosión de la guerra entre Rusia y Ucrania limitó aun más la fabricación y dejó a la marca históricamente italiana con una reducción que ya no era redituable para nadie.

La relación entre KTM y MV Agusta ya había dado algunos indicios de fusión a través de un acuerdo en Norteamérica, en cuyas tierras los concesionarios de la insignia austríaca se encargarían de vender y distribuir los productos de la italiana, y aunque los rumores fueron desmentidos por ambas partes, se caía de maduro que la adquisición estaba al caer.

¿Qué le espera a MV Agusta bajo la órbita de KTM?

Sólo por nombrar un avance a grandes rasgos, se puede advertir la facilidad que tendrá la marca de Varese al compartir motores exitosos que la austríaca equipa tanto en las motos de su logo como en sus filiales. Por ejemplo, la KTM 890 Adventure comparte muchísimos elementos con la Husqvarna Norden 901 y así y todo cada una aglutina sus propios fanáticos. El nuevo acceso de MV Agusta a los impulsores de tres y cuatro cilindros de KTM nos invita a fantasear con nuevos modelos y desarrollos.

Y por qué no con ver a la marca en el MotoGP, ya que hay una plaza disponible (MV Agusta tiene participación en el Moto2, escalón anterior a la máxima mundial) y a KTM le viene como anillo al dedo para incorporar un soldado más a la batalla. En líneas generales, la compra del porcentaje accionario consiste en una ampliación de capital que proporcionará a la mítica marca italiana un apoyo en la cadena de suministro, además de permitirle contar con la posibilidad de distribuir su gama de productos a través de la red de distribución mundial de PIERER Mobility.

Un mundo globalizado; marcas con impronta propia

Se tornó normal en los últimos años que el parque motor ofrezca muchas marcas y muchísimas menos compañías. ¿Cómo es eso? Así como PIERER mobility ya tiene cuatro insignias diferentes bajo su ala, esta dinámica se repite con casi todas. La búsqueda de la eficiencia y el negocio ya dejó muy atrás aquella mística de poseer una moto importada fabricada en su país de origen (o a lo sumo en su sede de Estados Unidos).

Aunque más allá de esta coyuntura, hay que marcar que la mayoría de los vehículos no perdió su impronta propia o histórica. ¿Por qué hacemos hincapié en este punto? Porque la adquisición de MV Agusta por parte de KTM seguramente no signifique el fin de una marca mitológica sino una facilidad para que ésta pueda seguir existiendo, aunque sin perder su identidad. El caso contrario ni siquiera le serviría a la compañía austríaca.

 

 

 

 

¨

Esta entrada ha sido publicada el 6 noviembre, 2022 08:30