Una vez a los mandos de la nueva RX 200 Next notamos dos características del modelo casi de inmediato. La primera es que acepta decentemente a casi cualquier talla de piloto y la segunda es que, aunque su diseño deportivo a priori nos confunda, su posición de manejo es cómoda y descansada, convirtiéndola en una compañera ideal para el día a día. De serie trae caballete central, pero su accionamiento es algo engorroso. El instrumental es del tipo mixto, con una esfera analógica a la izquierda para el tacómetro (con una escala que poco tiene que ver con las características del motor) y una pantalla lcd que informa velocidad, km total y parcial, nivel de combustible y marcha engranada. Por encima acompañan los testigos luminosos de intermitentes, neutro y luz alta.

Ambos juegos de estriberas cuentan con recubrimiento de goma. Esto no es casual, ya que en esta RX se buscó la merma en la percepción de las vibraciones provenientes del motor. El asiento es de una pieza y doble altura, de mullido un tanto justo y forrado (en las unidades color blanco y negro) en un muy deportivo tapizado antideslizante rojo. Las tapas de terminación mate que se encuentran por debajo del asiento incluyen la insignia “RX 200” mientras que las del colín lucen la gráfica “Next”.

El manillar con su gran curvatura es en buena medida el responsable de la descansada posición de los brazos. Los comandos en las piñas son los clásicos en su ubicación, de correcto tacto y funcionamiento, destacándose en la piña izquierda el tirador del cebador y el gatillo de passing. Con respecto a los espejos, su tamaño en conjunto con sus brazos soporte logran una correcta visibilidad, pero se desajustan rápidamente al circular a buen ritmo y esto hace que se pierda la regulación obtenida.

El nuevo monocilíndrico cubica exactamente 197 cc, OHC de 2 válvulas, arranque eléctrico, alimentado mediante carburador y de refrigeración por aire. Según datos de fábrica eroga una potencia de 15,4 CV, cifra que a priori no llama mucho la atención. Sin embargo, gracias a la caja de 6 velocidades con las marchas arrimaditas, se logra sacar lo mejor del impulsor teniendo siempre respuesta. Cabe señalar que el comando de accionamiento es algo duro y reticente al momento de encontrar el neutro. Otro aspecto importante es la inclusión de un balanceador interno de cigüeñal, componente que reduce sustancialmente las vibraciones propias de estos motores. No obstante, se hacen presentes sin llegar a ser molestas a partir de las 6.000 rpm.

El arranque es rápido mediante el pulsador en la piña izquierda y serán suficientes solo unos minutos de uso del cebador para que tome temperatura y se pueda obtener un ralentí parejo. La velocidad máxima obtenida por nosotros fue de 120 km/h (algo lejos de los 140 km/h que declara la marca). Lo mismo sucede con el austero dato de consumo oficial, siendo el nuestro de correctos Muy buena cifra que junto a la mencionada capacidad del tanque la convertirán en una visitadora esporádica de estaciones de servicio.

Respecto a las suspensiones podemos definirlas como de rendimiento satisfactorio y confortable performance para el uso urbano, ámbito natural de la RX. Sin embargo, a ritmo alegre en ruta o autopista notaremos muy blanda la horquilla y esto no produce una sensación muy agradable. De todas maneras, sería un detalle fácil de solucionar con solo cambiar la densidad de los hidráulicos. El monoshock trasero no da lugar a críticas y ofrece la posibilidad de regular la precarga del resorte según las características de conducción del piloto.

Por su parte, los frenos a disco en ambos ejes respondieron correctamente durante la toma de contacto y no evidenciaron fatiga prematura. El delantero ofrece una sencilla dosificación y agradable tacto, esto no sucede con el trasero por el tipo de palanca que emplea para su pedal.