El gusto por el diseño de un producto siempre es muy subjetivo, pero a nuestro entender la Akvo RR es muy atractiva. Lo innegable es que sus líneas son únicas en un segmento donde todos los modelos se parecen en algo o comparten algún que otro recurso o pieza. De todos modos, como es lógico, encontraremos componentes en común con el modelo naked en que se basa esta RR. En sus líneas podemos observar que las aristas y los bordes filosos son determinantes y, prestando un poco más de atención, notaremos lo robusto de los carenados; tanto así que da la falsa impresión de una moto pesada.

El grupo óptico frontal, de generoso tamaño, ensaya unas formas muy particulares y novedosas. En su interior aloja un único proyector con lupa para luz baja y alta (halógena), está flanqueado por una máscara que envuelve solo su mitad superior y que integra una burbuja transparente también de líneas inéditas. Con respecto a los intermitentes, se eligieron unos de diseño convencional, tulipa fumé y tecnología halógena. Por el lado del guardabarros, sólo podemos mencionar que, por tratarse de un modelo deportivo, no es tan “rasante” al neumático como nos gustaría. La horquilla es hidráulica convencional y no ofrece ajuste de ningún tipo. Las llantas son de seis rayos y montan neumáticos en medidas 90/90 adelante y 120/80 atrás, ambos en 17 pulgadas. El freno delantero está compuesto por un generoso disco mordido por una pinza de doble pistón.

El carenado luce bien resuelto desde al tanque hasta la quilla y le aporta una buena dosis de músculo a la pequeña deportiva. Las gráficas llamativas y de gran tamaño no son de la partida, siendo la sobriedad una característica de la marca. Sólo se conforma con la identificación del modelo sobre el lateral y con la marca sobre el depósito. Dicho depósito ensaya unas formas ergonómicamente correctas, cuenta con una capacidad de 14 litros y monta una tapa de reabastecimiento como debe ser: rasante, con bisagra y cerradura.

La sobriedad a la que hacíamos referencia también se puede observar en la prolija combinación bitono del conjunto: blanco, con los bajos en negro mate. También se ofrece en negro total. La prolijidad y el buen hacer de la marca se evidencia en el pasaje de cables y mangueras; todo está en su lugar. Las estriberas para el piloto cuentan con una gruesa goma en la superficie de contacto con el calzado, pero carecen del resorte de retención. Las del acompañante solamente están mecanizadas. El asiento es un dos piezas, de aceptable tamaño y mullido por tratarse de una deportiva, pero el tapizado elegido no es antideslizante. Las asas de sujeción son de aspecto robusto y clásicas en su diseño. El faro trasero asegura la visibilidad de la moto, ya que cuenta con tecnología full led. Además, el guardabarros trasero es bastante extenso en su dimensión. Con respecto al basculante, se encuentra construido en acero de sección cuadrada y es asistido por un monoshock regulable en la precarga del resorte. El freno trasero también es a disco pero mordido por una pinza de pistón simple. En el escape la marca no innovó y recurrió al mismo que utiliza la naked con su protector antiquemaduras cromado. Tal vez hubiera merecido un tratamiento más sport.